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Domingo 28 de octubre del 2018 | El Sur Concepción

Expertos y la prioridad del Consejo de Ministros a estos proyectos: Embalses cumplen rol clave en aumentar la oferta de agua en épocas de escasez

Autor: Javier Martínez Gutiérrez

Dado el alto costo de este tipo de obras, es fundamental darles prioridad para asegurar el riego en los valles, dicen los especialistas.
 
Hace unos días el Consejo de Ministros de la Comisión Nacional de Riego aprobó el plan para priorizar la construcción de 23 embalses. Entre ellos, esta la construcción del Embalse de Punilla, en Nuble. Esto se traduce en que buscan con la implementación de nuevas infraestructuras a lo largo de Chile asegurar el riego agrícola por los próximos 20 años.
 
Al respecto, Christian Valenzuela, director ejecutivo de Compragua.cl Ltda, sostuvo que la necesidad de construir estos embalses data de hace muchos años. "Dado el alto costo de este tipo de obras, es fundamental darles prioridad para asegurar el riego en nuestros valles y acumular agua de crecidas extraordinarias que, de otra forma, no serían aprovechables e incluso pueden causar desastres. Estos embalses además muchas veces logran más propósitos, como producir energía, regular temperaturas y ser escenarios del turismo y deportes náuticos", apuntó.
 
Agregó que los embalses cumplen la función de aumentar la oferta de agua en épocas de escasez. Sin perjuicio de ello, dijo que también es muy importante adoptar otras medidas para disminuir la demanda, como por ejemplo, relocalización de extracciones hacia zonas más abundantes, eficiencia de uso y disminución de títulos de derechos de aguas, esto último ajustando la disponibilidad que existe en las fuentes respecto de las extracciones que pueden realizar sustentablemente los usuarios.
 
Lo anterior, cree, debido a que los derechos de agua en muchos sectores se han "sobre otorgado" más allá de lo sostenible. Existen herramientas muy útiles para este segundo propósito, como la compraventa y la expropiación de derechos de aguas, lamentablemente el Estado no las ocupa.
 
Beneficios
Sobre el esperado proyecto Punilla, que hoy ya es parte de la Región de Ñuble y que lleva años de espera, indicó que además del tiempo, se estima que su construcción durará aproximadamente 10 años. "La obra permitirá la generación de beneficios directos para la economía y el empleo en la zona, mejoran las superficies cultivables, la seguridad de riego, el control de crecidas y la irrigación efectiva de más de 60 mil hectáreas, entre otros aportes", estimó. Ahora, sumó que en cambio se deben adecuar los cultivos a la variabilidad natural del Río Nuble, abarcando apenas un tercio de la superficie cultivable, esto es, unas 20 mil hectáreas.
 
"Con la seguridad que entregaría el embalse se podrá dar paso a cultivos de mayor valor, como árboles frutales. Además, este embalse permitiría el riego de aproximadamente 10 mil hectáreas adicionales de predios, que hoy no tienen cómo acceder al recurso", aventuró.
 
En tanto, Agustín Silva Almarza, abogado de la U. de Chile, máster (c) en Derecho Ambiental de la misma casa de estudios, sostuvo que con esta prioridad que dio el Consejo de Ministros, señaló que la variación de las condiciones climáticas, con cambios y descensos en el volumen de precipitaciones, es una contingencia que pone en riesgo el futuro de la agricultura del país, mermando el respaldo hídrico o físico de los derechos de aguas que tienen los diversos usuarios.
 
Además, manifestó que de poner en riesgo la agricultura y otros usos, los escenarios de escasez ponen en peligro el equilibrio ambiental de las cuencas. "Los embalses comprometidos dan tranquilidad y seguridad a la economía y permiten cubrir la creciente demanda de alimentos, tanto interna como externa (se estima que el año 2050 el mundo demandará un 70% más de alimentos)", apuntó.
 
En lo ambiental, afirmó que es importante cuidar que estos embalses cumplan con altos estándares, permitan la circulación de las especies, respeten caudales ecológicos aguas abajo, entre otros aspectos, de esta forma pueden incluso recuperar condiciones naturales que se han visto afectadas por la escasez.
 
Ahora, en caso de que estas iniciativas no se aceleren, Valenzuela añadió que los embalses permiten garantizar el flujo continuo de agua. Si no se asegura ello, se puede generar situaciones indeseables como grandes pérdidas para los agricultores, con la consecuente disminución de la oferta de alimentos; aumento en el precio de alimentos agrícolas para los consumidores; alza en el número e intensidad de los conflictos entre usuarios de aguas; incremento del gasto para abastecer el consumo humano de agua y daños ambientales producidos por la falta de servicios ecosistémicos que dependen del agua, recordando que muchas de las proyecciones de cambio climático auguran precipitaciones poco frecuentes y más intensas en la zona, lo que en eventos extremos significa un paso destructivo de agua que rápidamente llega al mar si es que no hay un embalse que la contenga y acumule.
 
Complejo
En tanto, el abogado, añadió que Chile tiene zonas que siempre han estado en una situación compleja. Desde la época prehispánica, recordó, los indígenas hacían canales y otras obras de infraestructura para asegurar el recurso hídrico, muchas de esas obras continuaron siendo utilizadas y desarrolladas hasta la fecha. El Canal San Carlos se construyó a principios de r800 a raíz de una sequía en el río Ma pocho, a fin de asegurar el suministro en Santiago.
 
"Sin embargo, hoy tenemos una población mucho más numerosa y esparcida por todo el territorio nacional, lo que ha acrecentado el número e intensidad de los ciertos conflictos sociales por el agua y genera la necesidad imperiosa de aumentar la infraestructura asociada al recurso", consideró.
 
Por eso, cree que hoy hay más capacidad de inversión y es necesario mejorar la gestión de administración e infraestructura (embalses por ejemplo), pero también manejar mejor la oferta en ciertos lugares específicos, a través de la compraventa o expropiación, cobro de contribuciones por tenencia de derechos, mayor fiscalización a extracciones no autorizadas, entre otras medidas.
  • En el caso del proyecto Punilla, de la Región de Nuble y que lleva anos de espera, se estima que su construcción durará aproximadamente 10 años.